Por fin, ya se ha estrenado y he podido acudir al cine a ver que nos tenía preparado esta vez la factoria de pirateos, saqueos y locuras varias.
He leido críticas muy duras a esta cuarta parte y he visto que en general no está consiguiendo una aceptación muy elevada, suponogo que el que haya pasado tanto tiempo desde la anterior y el cambio de director han levantado algunas ampollas. Creo, también, que a partir de la tercera película (insisto, a mí me gusta) hay un cierto desencanto con esta saga y esto se refleja en una dureza que creo un tanto injustificada.
Por supuesto, un director nuevo, supone novedades y estas se notan. Además esta película está, en parte, basada en una novela, al contrario que sus predecesoras, lo cual también marca las diferencias.
En esta cuarta entrega se nos muestra a Jack Sparrow que acude a Londres a rescatar a su buen amigo Gibbs de ser ahorcado bajo el nombre de Jack Sparrow. Después de conseguirlo la corona británica intenta reclutarlo para encontrar la fuente de la eterna juventud. En caso de aceptar compartiría barco con su “amigo” Barbosa, el cual ya ha aceptado ser corsario del Rey. Por si esto fuese poco, se entera de que alguien está reclutando hombres bajo el nombre de Jack Sparrow y de que los españoles también van tras la fuente.
Si a esto añadimos a “Barbanegra”, el pirata al que temen los piratas, ya tenemos cocktail explisivo para la cuarta parte.
A mí no me ha parecido el desastre que muchos dicen, no diré que es una película brillante, porque en esta saga, en caso de haber alguna película que merezca ese calificativo, es la primera y esta no alcanza su nivel.
Siempre es más fácil sacar puntos flacos que destacar virtudes así que empezaré por lo malo de esta, hasta ahora, última película.
Lo peor con respecto a las anteriores es que en esta a los diálogos les falta esa chispa de locura que impregna al personaje de Jack Sparrow y en consecuencia a todos los que están a su alrededor. Quizás se nos presenta a un Jack más serio y algo más obvio, no conserva de una manera tan voluntaria, su misterio. No estoy diciendo con esto que los diálogos sean malos, ni mucho menos, sólo que han perdido un poco de mordiente.
Otro punto, no malo, sino algo decepcionante, es la poca participación de Keith Richards, que a pesar de salir muy al principio de la cinta, aprece incluso menos que en la tercera.
Los que seáis fans de la saga esta obra conseguirá sorprenderos más bien poco, pero eso no es culpa suya, es que sencillamente ya conocemos a Jack, pero no será en absoluto decepcionante, será lo que esperamos y queremos.
Por último la solución me pareció un poco simple, aunque creo que esto está en gran parte influenciado por las duras críticas a la complejidad de la tercera.
Ahora toca destacar lo positivo. Para ello empezaré diciéndoos que mientras escribo suelo escuchar música que me guste y que conozca, pero hoy he elegido la banda sonora de esta película, porque es sencillamente sublime. Hans Zimmer se confirma cada vez más, para mí, como un genio y en esta última entrega supera incluso la calidad de las anteriores. Parte de esta historia transcurre en España y para ambientarlo nos ofrece una revisión de varios temas de las anteriores con compases de guitarra española que son realmente espectaculares y por otro lado hay temas nuevos cuya mejor forma de definirlos es como absolutamente disfrutables. Destacar especialmente los pasajes de las sirenas, fantásticos.
La ambientación y vestuario de esta es como siempre espectacular, pero incluso mejor que las anteriores, consigues diferenciar a qué bando pertenece cada uno sólo con un golpe de vista y el trabajo de maquillaje con Geofrey Rush es impresionante, se le ve mucho más demacrado, pero a la vez elegante porque es miembro de la corte.
Mantiene esa capacidad para hacer cualquier cosa absolutamente incoherente y que te parezca asumible e incluso creible y también ese toque de ritmo que hace que las dos horas y cuarto se pasen en un suspiro.
Las actuaciones de Depp y Rush siguen rayando a niveles superlativos y las dos nuevas incorporaciones, Ian McShane y Penélope Cruz cumplen perfectamente con su rol (sí, los dos, por mucho que la mayoría odiéis a nuestra actriz más internacional). La escena de baile es corta y no muy espectacular, pero sirve para saber que entre los muchos talentos de Johnny también está el de bailar, en el caso de Penélope, no sorprende demasiado que tenga capacidades para la danza.
Decepcionante la participación de Oscar Jaenada, sale muy poco y se le da muy poca oportunidad de demostrar sus dotes, pero bueno, me gusta que los españoles, sean españoles de verdad.
Como dato curioso os informaré que durante el rodaje de esta película, mientras se hallaban en Londres, en un colegio de la zona unos niños hicieron de piratas en su clase y querían protagonizar un montín. Como es lógico una de las niñas allí presentes decidió que necesitaban ayuda y se la pidió mediante carta al pirata más famoso que conocía, que no podía ser otro que Jack Sparrow. Pues bien el bueno de Depp decidió que ataviado como estaba de Jack Sparrow debía hacer una visita a este colegio y se personó allí sin avisar a nadie previamente y les dio un discursillo a los niños que lo miraban atónitos. Les dijo que el de motines no les podía decir nada o se metería en un lío y se sacó fotos con todos los niños. Estos al llegar a sus cosas se lo contaron a sus padres que no lo creían hasta que vieron las fotos. Sencillamente fabuloso.
En general una película que ha cambiado la saga, pero sigue manteniendo la esencia de la misma. Frena el descenso de calidad en el que estaba inmersa y es más para todo el mundo que la tercera. Ahora bien si no os gustaron segunda y tercera, no os esforcéis, no es la primera y no creo que vaya a haber ninguna que llegue a su nivel por muchas que hagan.
Dejan puerta abierta a una siguiente, pero la historia es cerrada. Eso sí, en caso de haberla, seguramente Penélope repita aparición.
Aviso, hay escena después de créditos, no es gran cosa, pero siempre está bien verla. Estad atentos.
Nota: 72/100
Lendria