>Cine y música son dos artes que suelen interrelacionarse, bien sea a través de musicales, bandas sonoras o biopics de algún grupo o a solista reconocido. Algunas veces, como en esta ocasión, se transciende todo esto.
“Casi famosos” (2000) llega de la mano de Cameron Crowe, quien cuatro años antes rodó, con gran aceptación de crítica y público, la curiosa (si este calificativo es bueno o malo lo dejo a vuestro criterio) “Jerry McGuire”, para trasladarnos directamente a 1973 donde William (Patrick Fugit) logra a sus 15 años, terminar escribiendo para la ya entonces prestigiosa revista “Rolling Stone” la cual le encarga a través de su editor seguir a un grupo en alza – los semi-ficticios Stillwater – durante toda su gira por los Estados Unidos de América, con todo lo que supondrá para el joven protagonista, que experimentará, de mano de una joven groupie, interpretada asombrosamente por Kate Hudson, una vida absolutamente distinta a la que su protectora madre (Frances McDormand) lo acostumbró.
Pero en realidad este no es un film acerca de grupo y su seguidor, ni acerca de la música, sino de la libertad y de aquello que en realidad supone (suponía) el rock&roll. Escrita y dirigida con una naturalidad increíble, que viene en buena parte dada por el hecho de que se trate de un largometraje semi-autobiográfico, ya que el propio Crowe escribió en su adolescencia para Rolling Stone, conociendo en aquel entonces a gurús como David Bowie, Neil Young o Eric Clapton, y sin duda plasmó sus experiencias personales en el nuestro joven protagonista.
Por otro lado, cuenta la leyenda (e insisto, esto no deja de ser una leyenda) que los Stillwater no son, si no, un grupo ideado para reflejar en ellos la historia de Led Zepellin, incluidos los conocidos desencuentros entre su solista y su guitarrista, y es que en cierta manera el largometraje gira también alrededor de la historia y evolución de la banda. Cabe señalar como curiosidad a este respecto, que el director decidió no filmar una escena en la cual William conocía accidentalmente a los propios Led Zepellin, para evitar dar referencias directas al grupo…¿tal vez para dejar que el propio espectador lance su teoría acerca de quiénes son realmente los Stillwater?
Pero escribir esa crítica no tendría sentido alguno sin hacer referencia a la majestuosa, cuidadamente escogida y en definitiva maravillosa banda sonora, que nos transporta a aquella época del “sex, drugs & rock’n’roll” con 17 cortes entre los que se encuentran “Is the wind” de Cat Stevens, “Sparks” de The Who o “One way out” de los Allman Brothers, por citar solo unas cuantas, además de “Fever dog” de los autenticos Stillwater como “rareza”. Para los interesados, circula por la red una BSO extendida aunque parece ser más un ”remix” particular que un relanzamiento oficial.
En resumidas cuentas, una divertida historia sobre los 70, el rock, la libertad, el desenfreno y la juventud, aderezada con una música sin tacha…altamente recomendable.
Pantxo
Nota: 75/100